Nos vamos hasta Navarra, en el norte de España, para vivir uno de los otoños más espectaculares que se conocen, en un paraíso cromático de frondosos bosques de hoja caduca, donde la paleta de colores viaja del verde al marrón, del rojo al naranja, del amarillo al sepia, con un virtuosismo sólo posible para la madre naturaleza.
Son más de 17.000 hectáreas entre los Valles de Aezkoa y Salazar, que conforman uno de los bosques más extenso de Europa de especies de hayas y abetos, apenas superada por la Selva Negra de Alemania.
El otoño es el mejor momento del año para visitar esta parte del Pirineo Oriental navarro, disfrutar de sus rutas de senderismo, de los secretos de la micología, de una suculenta gastronomía regional, de lagos, ríos, valles y bosques de inusitada belleza.
La zona cuenta con estupendas instalaciones destinadas al turismo rural, por lo que ofrece alojamientos variados y dotados de todo tipo de servicios, desde salud a ocio y actividades de aventura. Además, a lo largo y ancho de esta reserva natural, también se encuentran auténticas joyas culturales y arquitectónicas, en los pueblos que conforman la comarca.
Para los amantes de las rutas a caballo, el BTT o las ascensiones, no se puede pensar en un lugar mejor lleno de actividades otoñales muy saludables para el cuerpo y el espíritu. La Selva de Irati es, sin duda, una buena elección para estas fechas.