El pasado vikingo de los pueblos de Escocia se cuelan en las celebraciones de Navidad y Año Nuevo con el tradicional Hogmanay, una celebración que tiene su mayor exponente en las fiestas de Edimburgo, con festivales y todo tipo de encuentros de arte y diversión por estas fechas.
Al margen de la famosa procesión de antorchas, uno de los acontecimientos más típicos y que más público congrega en las fiestas escocesas es la quema de un barco vikingo, a la antigua usanza. El fuego en estas fiestas tiene una importancia casi mística y purificadora.
La tradición se acompaña con manifestaciones más modernas en torno al fuego y los artificios llenan el cielo de arabescos y palmeras de fuegos artificiales.
Es uno de los mejores momentos para visitar la capital de Escocia, ya que el Festival de Edimburgo es considerado uno de los festivales más importantes del panorama artístico y multidisciplinar de toda Europa.
De todos modos, ver arder un auténtico barco vikingo es uno de los momentos más espectaculares de este Hogmanay que consigue que miles de turistas se unan a los escoceses en este ceremonial típico de las fiestas decembrinas.
