Angola es un país en el centro del continente africano que es uno de los más ricos en recursos naturales, tanto aquellos que sirven para producir energía como los que están en los parques protegidos. Y precisamente, si se quiere conocer un poco de la naturaleza y la aventura local, aconsejo ir al Parque Nacional de Kissama, que es el único totalmente abierto en el país.
Este parque, que también es conocido como el de Quiçama o Quissama, está en la región del noroccidente del país, siendo la ciudad más cercana Luanda, desde la que se puede contratar un tour por este parque o se puede tomar un autobús o un taxi para llegar hasta allí. La mayoría de los turistas que llegan hasta allí son los que quieren conocer la flora y fauna locales, además de disfrutar de las olas.
El Parque Nacional de Kissama se encuentra a unos setenta kilómetros de Luanda, capital del país, y tiene unos 12.000 kilómetros cuadrados, siendo creado como una reserva en el año de 1928. Durante mucho tiempo, este fue el hogar de animales como elefantes y el antílope sable gigante, pero fueron exterminados durante los 25 años de guerra civil.
En el año 2001, se creó la operación “arca de Noel” con el objetivo de traer animales, como elefantes, desde las naciones vecinas como Sudáfrica y Botsuana, que estaban en parques sobrepoblados y tienen allí más espacio para vivir. Este objetivo fue muy exitoso y ha sido uno de los más grandes de su estilo en el mundo, por lo que ahora los turistas pueden ver estos animales africanos nuevamente.
Dentro de este parque está el Cabo Ledo, que tiene unas excelentes playas de arenas doradas y unas aguas que son excelentes para la práctica de deportes como la pesca y el surf. En este lugar hay unas olas espectaculares, que la hacen que no sea bueno para la natación, pero que atrae año a año a cientos de surfistas que vienen desde diversos lugares del planeta.
Fotografías de Paulo César Santos, Felipe Miguel, jlrsousa.