Visita a la sepultura

México se prepara para una de sus celebraciones más conocidas internacionalmente y a la que acuden miles de turistas curiosos, deseosos de vivir una experiencia autóctona y completamente distinta a cualquier otra festividad de difuntos.

De hecho, el festejo en torno a las tumbas alcanza tal magnitud, que las autoridade de D.F. ya han preparado un operativo especial que garantice la seguridad de los asistentes a los 111 panteones que existen en Ciudad de México.

El Día de Muertos es el resultado de la fusión de las costumbres más ancestrales de las culturas precolombinas y la influencia católica de los misioneros españoles. El producto surgido de la unión de ambas tradiciones ha sido una festividad declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Catrinas y calaveras

A la solemnidad luctuosa, triste y lúgubre de despedida a los difuntos católicos, se une la alegría del reencuentro con los espíritus y el retorno, por un día, a su unidad familiar.

La ocasión está cargada de simbolismos y reafirma la importancia del acervo prehispánico en la actualidad mexicana. A los altares de culto se añaden calaveritas dulces y pan de muertos; a las coloridas flores para los difuntos, el aguardiante y la comida; a las plegarias in memoriam, los poemas y el festejo.

Todo en los cementerios está preparado para una jornada muy especial en la que la unidad familiar, la alegría y la fuerza de la comunidad  son revalidadas cada año.

Fotografías de Wolves4moe, Alejandro Linares García, Tomás Castelazo.
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