Zúrich es la ciudad más grande de Suiza y normalmente es el primer lugar del país a donde llegan los turistas, porque tiene el mayor aeropuerto y porque está muy cerca de los Alpes y de los paisajes de montaña. Pero los turistas que deciden quedarse en ella pueden descubrir los secretos y lugares hermosos que tiene esta ciudad, en especial en su parte histórica.
Uno de los sitios de esta ciudad que los visitantes no se pueden perder es la famosa Augustinergasse, que es una calle angosta y que avanza de forma zigzagueante, estando en todo el corazón de la población. Esta es una de las calles más visitadas de toda esta ciudad, porque es una muestra perfecta de lo que era la ciudad en el pasado, siendo uno de los lugares más pintorescos allí.
Esta calle es arquitectónicamente muy hermosa, con unas casas y edificaciones que están pintadas de diferentes colores, y en ellas se destacan las ventanas oriel, que son aquellas que sobresalen del resto de la construcción y que son características de la arquitectura gótica. Así que caminando por allí los visitantes pueden ver en las segundas plantas, hermosas ventanas de diferentes tipos que son uno de sus mayores atractivos.
Cuando fue construida la calle Augustinergasse iba desde la Iglesia de San Pedro, pasando por el antiguo monasterio agustino, de dónde saca su nombre, y que está en la parte baja de la Colina Lindenhof. En la actualidad este es un sitio turístico por excelencia y allí se encuentran tiendas de recuerdos, cafés y restaurantes, donde se puede absorber el ambiente local. Hasta allí se pueden tomar las líneas 6, 7, 11 y 13 del tranvía, hasta la estación de Rennweg/Augustinergasse.
Fotografías de Roland zh.