No es una exageración, Cango Wild Life Ranch es un reducto de vida salvaje en Sudáfrica, a 3 kilómetros al norte de Oudtshoorn y desde 1993 es una fundación para la conservación de las Cheetas.  A partir de 2005 se le agregó al atractivo la zona llamada Valley of Ancients, que es un espacio natural, donde habitaron tribus salvajes, todavía se conservan algunos monumentos y altares ofrecían sacrificios.

Aparte de ver muchas especies de animales silvestres, lo que más nos llamó la atención es la posibilidad de nadar en un estanque de cocodrilos …. ugh!.

Es interesante que puesto que los cocodrilos no pueden estar en aguas limpias, los estanques tienen un sistema de filtración de luz y líquidos de modo que estos se sienten como si estuvieran en un fango muy sucio.

Alguien se anima? 🙂