Saltillo es tanto la capital como la ciudad más grande del estado de Coahuila de Zaragoza, en el nororiente de México, siendo un buen sitio para recorrer como turista y tener como base para ir a los alrededores. Esta población tiene su encanto principal en la arquitectura colonial que aún se mantiene en su parte más histórica, con los colores y las texturas de aquellas épocas.
Esta ciudad la encuentras a unos cuatrocientos kilómetros hacia el sur del estado de Texas, Estados Unidos; y a unos noventa de Monterrey, en Nuevo León. La forma más sencilla de viajar hasta allí es en avión hasta su aeropuerto internacional que está a unos 10 minutos de su centro, y a donde llegan vuelos desde Monterrey, Ciudad de México y Houston; aunque también puedes llegar en autobús desde las ciudades más importantes del norte de México.
Ya estando en Saltillo, la mayoría de los turistas prefieren andar en el TranVia, que es un sistema de tranvías, que es muy económico y sencillo de usar. Lo más importante para ver allí es su parte más tradicional que es un reflejo de la relevancia que tenía durante el siglo diecinueve en el Camino Real, de donde salen las edificaciones coloniales con bellos colores.
Entre las edificaciones que vale la pena ver está la Catedral de Santiago Apóstol, de finales del siglo dieciocho, y la Capilla del Santo Cristo, de la primera mitad de ese mismo siglo, que tienen una hermosa arquitectura barroca que está bien conservada y que tienen en su interior algunas obras de arte como sus retablos barrocos de madera y plata, y algunas pinturas al óleo, por lo que te recomiendo visitar también su interior.
Después de te aconsejo ir a la Alameda Zaragoza, que es un jardín que está en el centro histórico y que es uno de los de mayor tamaño allí, siendo el favorito de los locales para ir a relajarse; para luego seguir al Palacio de Gobierno en donde hay un museo que cuenta la historia de la ciudad y la región. Y puedes cerrar visitando algunos otros museos y caminando por sus calles llenas de colores y de historias.