Los Voladores de Papantla

Volador de Papantla

Así es conocido y quizá sean los que más han contribuido a difundir esta curiosa costumbre que pertenece al Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Sin embargo y aunque los Voladores de Papantla sean quizá los más famosos, hemos de ser justos y revelar que no se trata, como se cree popularmente, de una danza y que tampoco es exclusiva de Veracruz, aunque si el viajero cae por allá, no dejen de ver a los danzantes veracruzanos porque ofrecen un espectáculo impresionante.

En realidad para ser más rigurosos, nos estamos refiriendo al Juego del Volador, practicado en Mesoamérica mucho antes de la llegada de los españoles y que afortunadamente sobrevivió a ellos, llegando hasta nuestros días.

En la cima del palo volador

Cuenta la tradición que los dioses pidieron al hombre que jugara, mientras ellos observaban. Nació así una forma de conquistar a las deidades para que las cosechas fueran más abundantes y la protección divina se extendiera entre los pueblos. En aquel principio, los hombres se vestían con ropajes confeccionados con plumas de aves y de ahí nació el apelativo de “hombres pájaro”, por el que también se les conoce.

Los cuatro danzantes representan a los puntos cardinales y en su descenso, girando en torno al palo volador, simbolizan la caída de la lluvia que traerá la fertilidad. Arriba, en el centro, el caporal coordina con la flauta y el tambor, las evoluciones de los hombres pájaro, que comienzan a más de 20 metros de altura y que acaba, 13 giros después, cuando los voladores tocan el suelo y terminan sus evoluciones a pie.