Rabat es la capital de Marruecos y es la tercera ciudad en tamaño de todo el país, siendo la capital de la región de Rabat-Salé-Zemmour-Zaer. Esta población tiene una larga historia que se ve en sus calles y en su arquitectura, siendo uno de los motivos por los que están más orgullosos los locales, y para verla en su máximo esplendor recomiendo visitar su Medina o Casco Antiguo.

Este lugar es uno de los más antiguos de la ciudad y a él se puede acceder desde la calle Souika. Los turistas tienen allí la oportunidad de recorrer tranquilamente una medina tradicional marroquí sin el caos y la gran cantidad de gente que tienen otras de las grandes ciudades, y además aprovechar para beber y comer algo en algunos de sus numerosos restaurantes y cafés.

La Medina de Rabat está protegida por murallas desde las épocas en las que fue construida y muestra cómo era la vida hace siglos en esta ciudad. En las calles de este sitio los visitantes pueden ver varios tipos de tiendas como algunas que venden alfombras, otras diferentes tipos de artesanías, condimentos y hasta puestos con diversos estilos de comidas rápidas locales.

Entre lo que más compran los turistas que van hasta allí están los zapatos y carteras de piel, que son de buena calidad y a unos muy buenos precios, así como prendas bordadas, joyas, antigüedades, lámparas, tallados en madera y hasta rocas. También recomiendo beber el té local que es de muy buena calidad y la bebida más barata de la ciudad, disfrutando de alguna de las terrazas que están en sus pequeñas calles; así como las diferentes ofertas que durante todo el año se ofrecen.

Fotografías de ActiveSteve, (rinse), Adam Jones, Ph.D. – Global Photo Archive, OliverN5.