Thousand Islands

Tendrás que trasladarte hasta Canadá, concretamente al río San Lorenzo, que se nutre de las aguas de los Grandes Lagosy que supone la frontera natural entre los canadienses y Estados Unidos. Pero en el tramo que discurre entre Toronto y Ottawa, el San Lorenzo se va estrechando y las islas comienzan a aparecer como champiñones.

Al final nos acabamos encontrando con un paisaje raro y casi único, formado por casi 1.800 islotes, que a mí siempre me han recordado a la película “Avatar”, concretamente a la tierra de los Naa’vi. De hecho, sólo tendréis que eliminar imaginariamente el agua que rodea a muchas de las islas y parecerán las montañas flotantes de “Pandora”.

Para determinar el número de ínsulas se siguió un sistema curioso, pero imperante a nivel global. Cada isla debe permanecer sobre el agua todo el año y tener más de 900 centímetros cúbicos. Además, cada isla deberá poseer su propio árbol si quiere formar parte de la curiosa colonia.

Carácter muy europeo

La mayor parte de las Thousand Islands (Mil Islas) son de propiedad privada, porque desde el siglo XIX, la zona ha sido un lugar de referencia para las vacaciones de las familias más que acomodadas, quienes llegaron a edificar, en muchos casos, auténticas megaconstrucciones de marcada influencia europea, sobre todo francesa y británica, algo muy unido al pasado colonial canadiense.

En la actualidad muchos famosos se han hecho con alguna de las Mil Islas, es el caso de personajes tan archiconocidos como Tom Hanks o la polifacética reina del pop, Madonna. Además, el destino es uno de los preferidos por los norteamericanos para celebrar la luna de miel.

Fotografías de wink_in_pink, Antre, Deve82, -AX-.
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