Desde pequeños se incorporan al equipo de danzantes

El Carnaval de Oruro es una de las manifestaciones más célebres y grandiosas del calendario andino. Declarado como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2008, es el único en el mundo con un marcadísimo sentido religioso y de hecho está completamente vinculado al homenaje que le brindan a la Virgen del Socavón, muy apegada a las tradicionales fiestas marianas de la Candelaria.

El acervo de la cultura andina y las manifestaciones coloniales hispánicas acabaron por “parir” esta muestra de mestizaje, que coincide además con la celebración del festival Ito de los indígenas Uru, y durante diez días y diez noches medio centenar de conjuntos folclóricos recorren las calles con grupos de músicos y oficiantes. Son los danzantes.

Detalle del vestido

La más importante de estas danzas es sin duda alguna La Diablada, si bien existen registradas dieciocho especialidades distintas: los waka-waka, tobas, tinku, la morenada, los incas, los potolos, zamporeños, los caporales, wititis…

El final de la fiesta llega con una gran procesión en la que participan casi 30.000 bailarines y más de 10.000 músicos, en un espectáculo que dura casi 24 horas.

Este año el carnaval de Oruro celebrará sus días grandes del 4 al 7 de marzo, siendo sus actos centrales los que ocupan el fin de semana (5 y 6 de marzo). De todos modos, una semana antes de esa fecha se comenzará con los “convites”  e invitaciones y las citas festivaleras, en un ambiente divertido y alegre no exento de sus connotaciones religiosas.

Fotografías de José Porras y Pame82s.
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