teahupoo

Cada año, los mejores surfistas del mundo se dan cita en Tahití, en la Polinesia francesa, para tomar algunas de las olas más grandes del mundo, las de Teahupoo. Dicen que hay que ser muy valientes para subir sobre la tabla y jugarse el tipo con olas que, en muchas ocasiones, superan con creces la altura de mastodónticos edificios.

Sin embargo, estos apasionados jinetes del mar se juegan el tipo en su única e inimitable manera de concebir la vida. Son los surferos más arriesgados, esos que viven todo el año buscando la temporada de olas en cada parte del mundo.

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En la Polinesia francesa, además, acompaña la belleza de una naturaleza explosiva y seductora, con un mar salvaje y cargado de atractivo que sirve de pista de juego para estos hombres que disfrutan desafiando a la fuerza del océano con la ilusión de un niño con juguete nuevo.

De todos modos la importancia de la ola que también recibe el nombre de la zona (Teahupo’o) no reside en su altura, aunque pueden llegar a sobrepasar los 10 metros. Es la fuerza impetuosa con la que actúa y la configuración del arrecife sobre el que se remonta lo que la convierte en una de las más temidas por los surfistas de todo el planeta y lo que, a la vez, la hace tan atractiva.

No es la primera vez que un surfista pierde la vida intentando domar a Teahupo’o, que es sede anual de la ASP World Tour, toda una cita para los amantes del surf.

Fotografías de Jeff Rowley Big Wave Surfer, wdj(0).
Licencia Creative Commons y/o Public Domain
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