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Cuando se va de turismo a algún otro país, la primera ciudad que se visita es la capital, porque allí están unos de sus mayores atractivos. Este es el caso de Tayikistán, país del centro de Asia, cuya capital Dusambé tiene varios lugares que vale la pena visitar y que son el reflejo del crecimiento que se ha llevado allí a través de los siglos.

La forma más fácil de llegar hasta esta ciudad desde el extranjero es tomando una conexión hasta Moscú, ya que desde allí salen varios vuelos hacia ella diariamente, así como desde Estambul, en Turquía, y Urimqi, en China. También es posible llegar hasta allí en tren desde la capital de Rusia, en un viaje que sale tres veces a la semana y tiene una duración de cuatro días.
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La ciudad de Dusambé tiene una historia que data desde el siglo quinto a.C., y un recorrido se puede empezar por la impresionante estatua de Ismail Samani, quién colaboró a la extensión de la religión musulmana y que da su rostro a la moneda local, que tiene una corona que está hecha de oro. Después se puede pasar por el Parque Victoria, en el que se puede hacer senderismo y tener unas vistas espectaculares de toda la ciudad.

Después se puede ir al Museo de Antigüedades que está cerca del centro comercial SadBarg, en donde hay una buena cantidad de objetos que muestran la historia del país, así como al Etnográfico en el que se pueden ver prendas de vestir tradicionales. Después se puede ir a la casa de té de Rohay Chaikhona, que tiene una arquitectura espectacular.

Y para terminar la visita, recomiendo ir al mástil de Dusambé que es el más alto de todo el mundo, con 165 metros de altura y desde el que se iza una bandera de Tayikistán de 30 por sesenta metros. También se puede visitar el Zoológico que fue fundado en el año de 1960 y que está en el centro de la ciudad, así como el Palacio Presidencial, el teatro de marionetas y la universidad estatal.

Fotografías de Chris Price, Rjruiziii, Sven Dirks.