El óblast de Pskov está en el occidente de Rusia, y en alguna época fue un país independiente, siendo en la actualidad un excelente destino de un par de días desde San Petersburgo. El lugar principal en esta región que puedes visitar es la ciudad del mismo nombre, que está a unos veinte kilómetros de la frontera con Estonia, y que tiene un patrimonio arquitectónico y natural que vale la pena ver.

Existen varias formas sencillas de llegar hasta esta ciudad, siendo la más popular tomar un vuelo hasta el aeropuerto local desde ciudades como Moscú y San Petersburgo, que salen unas tres veces al día. También puedes tomar trenes de larga distancia que salen desde estas mismas ciudades, así como desde Luga, Minsk, Riga y Vilna, que normalmente hacen el recorrido durante la noche.

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La ciudad de Pskov está ubicada a un poco más de 250 kilómetros de San Petersburgo, estando cerca no sólo a la frontera con Estonia, sino con Letonia. Desde que llegas a esta hermosa ciudad, puedes ver la historia en su línea del horizonte y en cada una de sus calles, desde sus murallas hasta sus varios domos de las iglesias, pasando por varias construcciones civiles.

En esta población puedes ver una buena parte preservada de sus murallas medievales, que fueron construidas a partir del siglo decimotercero. En su interior está su ciudadela de la edad media que es llamada el “Kremlin” en donde lo que más se destaca es la Catedral de la Trinidad, que aunque fue hecha a principios del siglo decimosegundo, fue renovada en el diecisiete.

Pero también te recomiendo ver sus otras pequeñas y pintorescas iglesias que datan de los siglos decimoquinto y decimosexto, y en las cuales puedes ver también importantes trabajos de arte como pinturas al fresco. Igualmente, te aconsejo ver museos como el estatal y el de historia, arquitectura y arte, así como dar un paseo por sus bellos parques y por el paseo a lo largo del río Velikaya.

Fotografías de Alexandr Kozlov, Ludvig14, Polina Zaitseva, Grigory Gusev, dr_tr, Green_p.