Diego Rivera, por Carl Van Vechten en 1932

Hoy es un día especial en México, uno de sus mayores artistas cumple 125 años. Se trata del padre del muralismo, aquel grandote niño eterno, marido de Frida Kahlo, que llegó a este mundo en la ciudad de Guanajuato un 8 de diciembre, hace siglo y cuarto.

Distintas ciudades de México se han unido a la celebración del natalicio del pintor comprometido y los actos en homenaje se han sucedido por todas partes. Es el caso de la recreación en vivo de uno de sus murales más famosos de Diego Rivera, “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”, llevada a cabo bajo la dirección de la artista visual Verónica del Pino.

La recreación se ha llevado a cabo en Ciudad de México y 160 personas han participado activamente, caracterizados como personajes sobre un fondo de 12 metros que calcaba el original de la pintura que se encuentra albergada en las instalaciones del Museo Mural Diego Rivera de la capital mexicana.

Verónica del Pino planifica el trabajo

Pero una buena forma de celebrar el 125 aniversario de este extraordinario muralista sería aprovechar la ocasión para visitar precisamente ese museo u otro un poco menos conocido, el Museo Anahuacalli, auspiciado por el propio Rivera para albergar su inmensa colección de figuras prehispánicas.

Por supuesto, visita obligada es la de la Casa Estudio Diego Rivera, en el que se recrea el ambiente en el que trabajaba el artista, fiel reflejo de sí mismo, puesto que fue diseñado también por el propio Diego. Y para quienes estas fechas le pillen de visita por Nueva York, recordarles que Diego Rivera ha vuelto al MOMA, con una exposición que podrá visitarse hasta mayo del 2012.

Razones y lugares no faltan para poder rendir homenaje a uno de los pintores más comprometidos del siglo XX y una de las glorias más grandes del arte mexicano.

Fotografías de Retrato de un Sueño.