Daugavpils es la segunda ciudad en tamaño de Letonia, después de la capital Riga, que está a 230 kilómetros hacia el noroccidente de ella. Esta población es visitada por su gran atmósfera, por su encanto pintoresco, porque tiene amplios espacios y la naturaleza que adorna sus calles; y a pesar de que tienen una gran historia, sus facilidades turísticas son muy modernas.

El aeropuerto local está siendo reconstruido para convertirse en uno de los más importantes del país, y se dice que entrará en operación en el año 2013, mientras tanto los turistas tienen que llegar hasta el Aeropuerto Internacional de Riga, y desde esta ciudad se puede tomar un tren de los que salen cuatro veces al día, en autobús en servicios que funcionan cada dos horas y en automóvil en un viaje que toma un poco más de tres horas.

Se podría decir que el símbolo de Daugavpils es su fortaleza, que fue originalmente construida para proteger la frontera occidental del Imperio Ruso y que tiene un diseño clásico, siendo consagrada por el zar de Rusia en 1833. En la actualidad este sitio es un monumento cultural e histórico y que se recomienda visitar en un paseo por la ciudad.

También recomiendo ir por el centro histórico de la ciudad que tiene unas joyas arquitectónicas para destacar, en especial porque allí se mezcla lo antiguo con lo moderno, siendo una muestra del legado artístico, histórico, arquitectónico e industrial de esta parte del país. Toda esta parte tiene unos escenarios maravillosos que encantan a los visitantes.

En esta ciudad los visitantes tienen la oportunidad de ver una buena cantidad de edificios que están construidos en ladrillo de color rojo y muchos de los cuales fueron diseñados por el arquitecto Vilhelm Neimanis, de origen alemán. Otros lugares que se pueden visitar allí son la Catedral Ortodoxa de San Boris y San Gleb, que es la más grande de su estilo en el país, el lago Stropu que está muy cerca y sus calles ricas en historia.

Fotografías de Alma Pater, Gleb Borisov.