Erupción del Etna (2009)

El famoso volcán siciliano, considerado por la ONU como uno de los diez volcanes de la década por su actividad e índice de población, ha vuelto a dejar claro que jamás duerme. El milenario “titán” ha vuelto a escupir lava, recordando a los habitantes de la zona que no deben relajarse y que el poder es suyo.

La actividad volcánica del Etna comenzó, bajo el lecho marino, hace más de medio millón de años y ha dominado las costas sicilianas desde el inicio de los tiempos, entre Catania y Mesina. Son notables sus violentas erupciones a lo largo de la historia, de tal calibre que muchas de ellas no ha podido ser borrada del imaginario colectivo a pesar del paso de los siglos y la última gran erupción fue en el 2007

Sin embargo, la propia fuerza del volcán y su intensísima actividad hacen que las tierras de sus laderas sean singularmente fértiles, por lo que las faldas del Etna están habitadas y son regularmente cultivadas. Además, el volcán activo más grande de Europa preside un Parque Natural que convoca a miles de turistas.

Vista desde la Estación Espacial Internacional (NASA)

De hecho y por extraño que parezca, es posible realizar la ascensión al volcán -incluso con excursiones contratadas en todoterrenos y con guías especializados- para vivir una experiencia inolvidable, aunque resulta imprescindible estar un poco en forma y tomar todas las precauciones posibles. Además, en algunas épocas del año, como el invierno, el ascenso puede resultar particularmente duro y peligroso.

Por el momento, el “coloso” ya ha conseguido provocar incidencias en los cielos europeos, sobre todo debido al cierre del aeropuerto de Catania hasta las 6.30 de ayer (hora local). Los técnicos afirman que la actividad volcánica, que se acompañó de un considerable río de lava por una de las caras de la montaña y nube de cenizas, irá perdiendo intensidad en los próximos días.

La belleza acompaña a este sobrecogedor espectáculo, pero eso forma parte de la realidad del Etna; si bien también la leyenda le acompaña a lo largo de su historia. Se dice que allí murió el filósofo griego Empedocles, quien saltó a su interior para demostrar que era inmortal… obviamente, no lo era.

Fotografías de Hajotthu, Fabricius, U.S. Navy, Josep Renalias y NASA.
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