Lazio es una región que está en el centro de Italia y a la que muchos van porque allí está Roma, pero si quieres salir de esta ciudad, puedes encontrar otras con unos lugares que te dejarán sin aliento. Una de ellas es la antigua población de Anagni, que está hacia el suroriente de la capital italiana y que tiene una joya arquitectónica que es su Catedral.

El cristianismo llegó relativamente pronto a esta ciudad por su proximidad a Roma y a través de los siglos allí se hicieron templos dedicados a la Virgen María. Fue a finales del siglo decimoprimero cuando se encargó la construcción de la Catedral, que tuvo una gran influencia bizantina porque varios artesanos venidos de Constantinopla trabajaron en ella.

La Catedral de Anagni tiene una fachada realmente sorprendente, en especial porque parece una fortaleza y tiene un gran tamaño. Ella fue construida en la parte más alta de la acrópolis de la ciudad, por lo que parece aún más imponente, pero si quieres tener una buena vista de ese exterior te recomiendo ir a su parte sur, en donde hay una plazoleta desde la que puedes apreciar su inmensidad.

En el exterior te recomiendo ver el campanario aparte que tiene estilo románico y desde el que puedes tener unas excelentes vistas de los campos de los alrededores, así como la parte sur que es muy austera, pero que tiene la entrada al templo. En el interior se destacan los adornos de mármol que hay en la nave principal, y que fueron hechos en el siglo decimotercero por Vassalletto, así como sus murales de Antonio da Borgogna.

Todo el interior de esta catedral estaba cubierto en pinturas al fresco medievales, pero sólo algunas se mantienen hasta el día de hoy como la de Madona con San Magnus, y una Madona de estilo bizantino que está en un pilar del pasillo de la izquierda. También te recomiendo ir a la cripta, que está debajo del coro, y en donde está la tumba de San Magnus, así como varias reliquias de santos.

Fotografías de LPLT, Yellow.Cat, antmoose, Nina-no.