En el continente europeo algunas de las mayores joyas arquitectónicas que puedes ver son las iglesias, porque reflejan los estilos y la opulencia que se vivía en los países en las épocas en las que fueron construidas. Un excelente ejemplo de esto es la Catedral de York, que está en esta ciudad del norte de Inglaterra, y que seguramente te impresionará cuando la veas.

Las catedrales de estilo gótico empezaron a construirse a mediados del siglo decimosegundo, y para el año de 1215 el arzobispo de esta ciudad ordenó la construcción de una que se pareciera a la de Canterbury. Aunque las primeras partes fueron completadas a finales del siglo decimotercero, este templo no fue terminado sino hasta el decimoquinto.

En la Catedral de York, que también es llamada York Minster, tienes la oportunidad de ver la mayor cantidad de elementos del gótico que en ningún otro edificio europeo. Al entrar te encuentras con una nave que es muy ancha y alta, que tiene un techo de madera que fue pulido y pintado para que pareciera de piedra, y que tiene al final la llamada Gran Ventana Occidental, que data del siglo decimocuarto.

Esta ventana es en realidad un vitral que tiene 23.7 metros de largo por 9.4 de ancho, siendo del tamaño de una cancha de tenis, por lo que es el más grande de estilo medieval de todo el mundo y en la que puedes ver escenas bíblicas que muestran el inicio y el fin del mundo. También puedes ver el coro en donde están las esculturas de quince reyes.

Antes de irte te recomiendo subir a la torre central subiendo sus 275 escalones que te llevan a tener unas vistas grandiosas de York, así como descender hacia la parte subterránea. En el año 1967, durante una reparación a las fundaciones de esta iglesia, fueron descubiertas algunas ruinas romanas y normandas que puedes visitar, así como el tesoro en donde están objetos y reliquias del siglo decimoprimero.

Fotografías de Simon Cocks, PTG Dudva, Łukasz Nurczyński, David-White.