Omoa es uno de los pueblos más antiguos de Honduras y fue un punto importante del país, en especial durante la época de la colonia. Este lugar está en las costas del Mar Caribe, hacia el occidente de Puerto Cortés y muy cerca de San Pedro Sula y aunque aún se pueden ver huellas de su importante pasado en el siglo diecinueve, en la actualidad es más un destino para ir a pasar unos días de mucha tranquilidad.

Esta ciudad está excelentemente conectada por unas vías en perfectas condiciones con Tegucigalpa, así como con Puerto Cortés y San Pedro Sula, por lo que es común que se haga un tour por estas tres poblaciones para luego volver a la capital. Uno de los lugares recomendados para visitar allí es la Fortaleza de San Fernando, que es un monumento nacional que está abierto al público.

En este fuerte se pueden ver las huellas del pasado colonial de Omoa y adentro tiene unos jardines muy verdes, unas murallas gruesas y unas habitaciones oscuras y húmedas, lo que parece el set perfecto para una película de piratas. Todo el sitio se puede visitar de lunes a viernes de 8 de la mañana a 4 de la tarde y los fines de semana de 9 a 5, y a la entrada se puede comprar un libro guía o unirse a un tour.

Además de las playas que son tan populares en Omoa, los alrededores de este pueblo también merecen una visita. Allí hay varios espacios naturales en donde se puede hacer senderismo para encontrar unas hermosas cascadas y varias fuentes de aguas minerales donde los turistas se pueden refrescar. Tal vez sea por esto que este sitio se está consolidando como un excelente lugar para los mochileros de todo el mundo.

Fotografías de easygrafic, Adalberto.H.Vega.