Quizá lo poco que nos queda de los viajes son esos recuerdos que traemos cargando. Suelen ser figuras significativas del lugar donde fuimos, no son grandes obras de arte, pero muy valiosas para nuestro recuerdo… y la envidia de otros.

Viajar y no traer un recuerdo significativo es un delito imperdonable, así que aquí unos consejos respecto a souvenirs.

gallos de souvenir1. Evitar las compras en los aeropuertos
Por lo general las tiendas libres de impuesto en los aeropuertos tienen todo tipo de recuerdos, pero suelen ser bastante caros respecto a los que se encuentran en los mercados o pequeñas tiendas. Tomarse un momento en el hotel para preguntar donde hay tiendas de artesanías nos llevará 5 minutos, mucho más cómodos que esos 5 minutos en el aeropuerto ante el riesgo de dejar las maletas solas, pagar demasiado o perder el avión.

2. Buscar objetos resistentes al viaje
Muchos objetos de vidrio, mármol o pocelana son muy bonitos y finos, pero en la práctica, viajarán en la maleta que envías a las bandas del equipaje aéreo; así que te dolerá el alma cuando en el lugar de destino encuentres solamente pedazos. Busca objetos que sean sólidos, con pocos detalles menudos, colores mate, de preferencia pequeños; te aseguro que podrán bajarte del avión si insistes en llevar un cocodrilo disecado por lindo que sea 🙂 .

3. Ser precavido respecto a los riesgos
Parecerá absurdo, pero todavía hay quienes compran dagas, sables y objetos metálicos que en la revisión del aeropuerto quedan para regalos de los hijos de los guardias; no es que ellos sean maliciosos o nosotros ingenuos, simplemente hay objetos que no pasan las reglas y estas cambian cada día que Bin Ladden estornuda. Así que evita recuerdos que asemejen ser armas o que contengan líquidos; lo peor que puede pasarte es que le pongas candado a la maleta y al no encontrar llaves terminen rompiendo tu equipaje… tienen derecho.