Bocadito de Fabada

Asturias encierra tantas y tantas maravillas que resultaría imposible elegir una sola. Sin embargo, todos estaremos de acuerdo en que es del todo imposible concebir ese trozo del paraíso sin las fabes, ¿o no? Al margen de conceptos románticos, no encuentro un alimento que merezca más una elegía. Y es que esta sin par legumbre acaba siendo el centro universal de magníficos platos que, por derecho propio, ocupan lugar glorioso en la gastronomía española.

Desde la archiconocida fabada a las espectaculares fabes con almejas, la boca no consigue parar el baile de las papilas gustativas, en un singular gorjeo “pavloviano”, ahogando nuestro sentido del gusto con la simple evocación del plato. Y es que esta legumbrona -gordita y achatada, blanca y sabrosa- aún habiendo sido la encargada de llenar estómagos hambrientos de mineros robustos y necesitados y calmar la gazuza de quienes menos tenían; se merece, por méritos propios, la grandeza del manjar.

Botella de Sidra

Los que visitáis la vieja España, podréis catar sabores y combinaciones sin problema. Más quienes tenéis la suerte de pasear por los pueblos asturianos, viviréis una experiencia única a cada cucharazo que os llevéis a la boca. Desde la Cuenca Minera a la Costa Marinera, no dejéis de solicitar al guaje que os atienda que os ponga una buena ración, acompañada (eso sí) por un culín de sidrina bien escanciada.

Ay, madre, qué malo es escribir de comidas… ¡Ñam! La semana que viene descansamos de gastronomía, que esto no hay estómago que lo resista si no está delante el plato.

Fotografías de Daniel Juliá Lundgren, Javier Lastras, Juan J. Martínez, Jrfdiaz y Jorge de Andrés en Public Domain.
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