Hace 25 años que el francés François Pasquier organizó la primera Le Dîner en Blan. Su intención era reencontrarse una noche con sus viejos amigos y la idea era muy sencilla: “Trae algo de comer y trae a otro amigo”. Por supuesto, había que ir vestido de blanco y el acontecimiento se celebraría en el jardín de su casa, en una especie de improvisado picnic, al que son tan aficionados los galos.
Aunque nació como un encuentro entre amigos, pronto el evento se ‘formalizó’ y su alcance llegó a tales dimensiones que el jardín de Pasquier se quedó pequeño para tanta gente. De hecho, en pocos años, la llamada de François Pasquier llegó a reunir a casi 15.000 personas en París y eso no fue todo, la ‘Cena en Blanco’ acabó traspasando fronteras.
Hoy en día, Pasquier sigue organizando la fiesta y poniéndose en contacto con los mismos amigos. El número de asistentes no para de crecer, no solo en la capital francesa. Estocolmo, Singapur o Nueva York, donde hace unos días se consiguió mantener en secreto la Dinner in White, que iba a servir para conmemorar el 25 aniversario de la creación de tan magnífica idea, son solo algunos de los lugares del planeta que siguen la costumbre.
En el neoyorquino Bryant Park se congregaron más de 4.000 asistentes, a pesar de que se había conseguido mantener el lugar de reunión en secreto hasta el último minuto. Al final, la Dinner in White se quedó con una lista de espera de más de 45.000 personas que desean asistir a futuros eventos.
