Morning Glory Pool, 1966

(Los Lagos Hiervientes I)
Precisamente ese hecho fue el que llevó a la Morning Glory Pool, en la misma zona, a perder parte de su riqueza bioquímica. Actos vandálicos de los turistas, como lanzamiento de objetos y desechos, consiguieron taponar parte de los accesos subterráneos de esta piscina, hasta entonces una de las más puras del mundo.

La obstrucción rebajó la temperatura de las aguas, con ello se modificó el grado de mineralización y se empobreció el entorno natural de los microorganismos, dificultando su supervivencia. ¿El resultado?: La piscina acabó perdiendo sus brillantes colores y la calidad de sus aguas descendió notablemente.

Tras un proceso de limpieza y regeneración, los biólogos y científicos del parque han conseguido importantes progresos, aunque la laguna no ha podido recuperar su estado original.

Los turistas pueden acercarse a las humeantes aguas a través de un circuito de pasarelas de madera y bajo estrechas medidas de vigilancia y fuertes multas para los infractores que modifiquen con su conducta inapropiada la calidad del valle geotérmico.

Morning Glory Pool, 2007

Y es que precisamente, la riqueza geotérmica de Yellowstone es la que atrae a millones de curiosos. Dicha actividad se ve respaldada por más de 10.000 fuentes y unos 200 geysers de agua hirviente, entre los que ocupa un lugar destacado el “Viejo Fiel” (Old Faithful Geyser).

El origen de su fama se debió a la puntualidad con que llegaban sus erupciones, cada 60 minutos. En la actualidad esa actividad sigue patente -aunque de manera más irregular- y le siguen confiriendo el título del geyser más activo del mundo; llegando a erupcionar casi 30.000 litros de agua a una media de 40 metros de altura.

Gracias a la colección de geyseres del Parque de Yellowstone, los científicos lograron descubrir un tipo de bacteria –la Thermus aquaticus– que vive entre los 50 y 80 grados centígrados que ha resultado vital para los más importantes descubrimientos de ingeniería genética.

Yellowstone continúa siendo un pozo de enigmas científicos, de una complejidad bioquímica incuestionable. Además la belleza de su naturaleza en continuo movimiento, seguirá siendo un imán para los turistas.

Fotografías de Marco Soave, Mattimero, William Keller, Jon Sullivan y R. Robinson.
Licencia Creative Commons y Public Domain
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