Los chorros de la Calera son una maravilla natural que está ubicada en la población de Juayúa en el departamento de Sonsonate en el suroccidente de El Salvador. Estos chorros son como unas cascadas de agua que bajan a través de la montaña hasta llegar a niveles donde están algunas piscinas naturales que son aprovechadas por los locales y por los turistas durante los días de sol.

La forma más fácil de llegar allí es tomando un moto taxi o uno de los populares Tuc Tucs, que por poco dinero llevan a los visitantes hasta esta maravilla natural. Pero si se tiene un buen estado físico también se puede llegar caminando tomando por una de las calles siguientes a la conocida estatua de la Sirena y en este camino los turistas se pueden encontrar varias historias como la que dice que en uno de los puentes cada siete años nace un nuevo río que tiene poderes curativos.

Cuando el camino de llegada va terminando es obvio para los visitantes porque empiezan a escuchar las caídas de agua de los Chorros de la Calera, en especial de la primera que se encuentran que es una cascada con una caída libre de cien metros, por lo que hace mucho ruido. De allí se debe seguir caminando para ver las otras, por lo que se recomienda llevar botas de senderismo, porque el camino puede llegar a ser un poco resbaloso.

Aunque el camino es un poco estrecho y algunas veces puede llegar a ser exclusivo para los más atrevidos, brinda espectáculos maravillosos porque se pueden ver paredes de roca cubiertas con las raíces de los árboles y otras que tienen caídas de agua más sutiles pero igualmente atractivas. Por ese camino se llega hasta las otras cascadas que son las que ofrecen piscinas naturales y que son muy recomendadas tanto para niños como para adultos.

Fotos de Andrew Hall y Travicted Photography. Licencia Creative Commons.