El Templo de Kom Ombo es un doble templo que es inusual y fue construido en el reinado de la Dinastía Ptolemaica, en la ciudad del mismo nombre en el oriente de Egipto. Este lugar data de alrededor del año 180 a.C., aunque algunas de sus renovaciones y reconstrucciones se hicieron durante las épocas romanas, estando en las orillas del río Nilo, por lo que muchos cruceros por este se detienen allí.

En otras épocas, esta ciudad se encontraba en un cruce de caminos entre la ruta de las caravanas que salía de Nubia y algunos senderos de las antiguas minas de oro en el desierto oriental. Todo esto hizo que este templo se hiciera y se convirtiera en uno de los más famosos de esta región del país, y como en este punto existían muchos cocodrilos que amenazaban a los locales, se dedicó a Sobek, el dios cocodrilo.

Sin embargo, como este es un doble templo una parte también está dedicada al dios Horus, considerado el padre de la civilización egipcia. El diseño de este lugar es casi perfectamente simétrico, teniendo los santuarios en prácticamente los mismos lugares de su mitad y hasta pasadizos simétricos que llevan hacia las partes exteriores.

La parte de la derecha está dedicada a Sobek y a su esposa, así como a su hijo Khonsu-Hor; y la izquierda a Horus junto a su consorte Ta-Sent-Nefer o la “buena hermana”. La entrada a este lugar se hace a través de la puerta de Neos Dionisos y en su interior permanecen las murallas bajas y algunos pilares, porque el resto ha sido destruido por el río.

En el interior del templo de Kom Ombo se recomienda visitar el Pozo sagrado que era en donde los sacerdotes de la época calculaban el pago de impuestos basándose en la altura a la que llegaba el agua, y allí cerca está un pequeño pozo en donde se criaban cocodrilos sagrados, estando cerca de la capilla en donde hay tres momias de estos animales, que fueron descubiertas durante las excavaciones.

Fotografías de Silar, Olaf Tausch, Rémih, alh1.