Adiós a Cesaria Evora

Esta tarde las redes sociales y los dispositivos portátiles temblaban con el vaivén de mensajes, tweeds, sms’s por una noticia que ha conmocionado a millones de personas, amantes de la particularísima sensibilidad de Cesaria Evora, sin duda la voz de Cabo Verde. La cantante de 70 años de edad había muerto y así lo comunicaba el Ministro de Cultura de su país.

De todos era sabida la delicada salud de la “diva de los pies desnudos”, quien como tantos grandes, enormes e inmensos artistas, había maltratado su cuerpo y pagaba ahora la factura de litros de alcohol y enormes bocanadas de humo de tabaco.

La vida de Cesaria no fue fácil y quizá ello explique eso, su mala vida. Nació en 1941 en Mindelo, el Puerto de San Vicente, una de las islas más volcánicas, agrestes y difíciles del archipiélago caboverdiano. Combativa como los vientos de su lugar de nacimiento y resistente como su tierra lo hace a los estragos de la sempiterna sequía, Cesaria pasó años en orfanatos, hasta que acabó entonando canciones por los bares y las tabernas del puerto, a cambio de unas pocas monedas, algo de comer o un trago de ardiente grog, que le ayudase a olvidar las penas y calmar el hambre.

En su casa de Mindelo

El éxito no llegó hasta que Evora hubo cumplido el medio siglo. Fue entonces cuando, animada por un francés, acabó grabando un disco en París, “La diva de los pies desnudos”, que era como Cesi cantó toda su vida en solidaridad con los sin techo, los niños y las mujeres pobres de su Cabo Verde natal.

Cesaria dejó la bebida, aunque no pudo abstraerse del tabaco. En los últimos años su salud había empeorado notablemente, con afecciones y edemas pulmonares y complicaciones cardíacas.

Hoy la reina de la morma ha dicho adiós. Nosotros en este mundo la echaremos de menos.

Fotografías de LeonardoG, Mickäel T, huggy47, interieurbleu, Kmeron.
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