La Iglesia de Boyana es un templo ortodoxo medieval búlgaro que está a las afueras de Sofía, capital de Bulgaria, en el barrio del mismo nombre. Esta iglesia tiene un diseño único, con unos colores tierra que son realmente atractivos y una antigüedad que los visitantes pueden apreciar desde que ponen sus ojos en ella, tal vez por lo que fue incluida en el Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

El ala oriental de esta edificación de dos plantas fue construida originalmente a finales del siglo décimo o a principios del siglo once, después fue hecha su ala central en el siglo trece durante el Segundo Imperio Búlgaro y ya en su totalidad fue terminado, con algunas remodelaciones y ampliaciones en la parte occidental, a mediados del siglo diecinueve.

Sin embargo, no es la hermosa parte arquitectónica lo que más atrae de este lugar a miles de turistas de todos los rincones del mundo, sino son sus pinturas al fresco que datan del año 1259. Estas pinturas son una segunda capa sobre otras que ya existían de siglos anteriores y constituyen algunos de los monumentos más completos y mejor conservados del arte medieval de Europa Oriental.

En las paredes de la Iglesia de Boyana los turistas pueden ver un total de 89 escenas que tienen 240 imágenes humanas. En la arcada de la iglesia se pueden ver dieciocho escenas que muestran la vida de San Nicolás, así como los retratos de los patrones de la iglesia, Sebastocrator Kaloyan y su esposa Desislava y del zar búlgaro Constantine Tokh y su esposa Irina, que son consideradas como las pinturas más reales de todo el templo, ubicándose en la pared norte de este lugar.

Fotografías de Svilen Enev,DMY, Elena Chochkova.