Pirenópolis es una ciudad que se encuentra en el estado de Goiás, en el centro hacia el sur de Brasil, que es reconocida por su historia y por sus recursos naturales. Esta es una de las poblaciones más reconocidas por los turistas en esta parte del país por su arquitectura de estilo colonias, por sus cascadas y por sus calles empedradas que son muy tranquilas.

Esta ciudad fue fundada en la primera mitad del siglo dieciocho, en el año de 1727, como parte de una serie de poblaciones que fueron hechas como producto de la minería local, que extraía oro. Y como ha pasado frecuentemente, fue casi abandonada cuando este metal se acabó, pero dejando unas joyas arquitectónicas y de estilo que se pueden ver hasta la actualidad.

La forma más fácil de llegar hasta Pirenópolis es en autobús desde la ciudad de Brasilia que está a un poco más de cien kilómetros o desde Goiania, que está a 107, y desde las que salen autobuses constantemente hasta allí. Ya estando allí se puede disfrutar de su patrimonio arquitectónico que incluye construcciones e iglesias del siglo dieciocho como la de Nuestra Señora del Carmen, la de Nuestro Señor de Bonfim y la de Nuestra Señora del Rosario, entre otras.

Esta ciudad ha sido restaurada para que sus calles empedradas y casas coloniales se vean como lo hacían cuando fueron construidas y sus alrededores naturales son también todo un atractivo. Recomiendo visitar las cascadas de las cercanías, que está como a unos quince kilómetros de distancia, que son más de veinte y tienen un agua cristalina, formando unos paisajes espectaculares.

Fotografías de Maurocruz, Walking Boy, Wagner T. Cassimiro “Aranha”, Andre-lrm.