Show de Tango en Buenos Aires

La lista de la Unesco está llena de referentes culturales para la Humanidad: obras grandiosas realizadas por el ser humano; lugares testigos de la crueldad del hombre y que nunca debieron haber existido; espacio naturales, en los que no tuvimos nada que ver; cuestiones inmateriales que merecen ser legadas

A esta última categoría pertenece el Tango, con mayúsculas, y pocas veces un legado tan apegado a una ciudad, a un país, a una zona del mundo; se ve tan seriamente influenciado por culturas, personas y tierras tan lejanas y diferentes entre sí: África, gitanos, gallegos, italianos, Cuba, judíos, gauchos, andaluces, Uruguay, mapuches, árabes, Argentina… Mestizaje.

Porque quizá ese sea el mayor legado que transmita el tango a generaciones venideras: el ser el resultado, armónico y armonioso, del encuentro de tantas voces, Culturas, razas, lenguas, países… en un lugar determinado.

Candombe1870-Uruguay

En definitiva, el tango es la fusión hecha música y la música transformada en Patrimonio de la Humanidad; porque tango ya eramos un poco todos, pero ahora el tango ya es de todos.

No puede haber mayor orgullo para los emigrantes que depositaron su granito allende los mares… Y no puede haber mayor orgullo para argentinos y uruguayos, depositarios de tantos “granitos” que los atesoraron y transformaron en un océano cultural unánime, unitario y armonizador de Culturas.

Rosario-Montevideo-Buenos Aires es una tríada que contiene la sabiduría y el acervo de un conjunto y de ahí… el Uno filosófico y ancestral.

Al final el resultado es hermoso y comprensible por todos los pueblos; y conmovedor de todo tipo de corazones. Porque la fusión, el encuentro, la mezcla, el mestizaje es lo que tiene, que acaba pariendo obras de arte y patrimonios mundiales.

Si vas por aquellos lares ni se te ocurra regresar sin oír la queja de un bandoneón.

Fotografías de Jenny Mealing, Alicia D’Amico, José María Silva y JensatBB en Public Domain.

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