Chichería callejera en Bogotá

Esta semana hablábamos del ceviche y comentábamos cómo este suculento plato nació de la necesidad de conservar los alimentos frescos en ácidos, principalmente limón. Sin embargo, en muchos de los países latinoamericanos, el ceviche comenzó macerando los ingredientes en chicha, una de las bebidas de mayor arraigo y tradición de la América prehispánica.

La chicha originaria se trataba de una bebida alcohólica obtenida principalmente del maiz, que los nativos precolombinos producían masticando los granos y escupiéndolos en un vasija. Las bacterias presentes en la saliva humana eran las encargadas de desfragmentar los azúcares.

El proceso de fermentación, tan especial, conseguía así una bebida de baja graduación que, posteriormente se extendió a otras frutas y verduras.

Casi todos los países americanos, sobre todo los andinos, poseen su propia versión de la chicha, si bien en la actualidad el proceso de fermentación se realiza con levaduras especiales; aunque en algunos lugares continúan fermentando con saliva.

Clarito

En nuestros tiempos las distintas chichas derivan en diferentes bebidas, aunque todas con cierta analogía en los procesos de elaboración y los resultados obtenidos: aguardientes, jugos con escasa graduación o directamente zumos de frutas y verduras.

La dulzona chicha arequipeña; la especiada Yurakk Akkha; la chicha de jora frutillada; de quinua, de yuca y chancaca; la masato de arroz venezolano; de tamarindo, piña o papaya y la chicha picante o la amarga de Panamá…

Pero tenemos un lugar en el que deleitarnos con las diferentes bebidas y aprovechar también para probar algunos de los platos de la gastronomía que la usan o que la acompañan. Se trata del Festival de la Chicha, el maíz, la vida y la dicha, que se celebra en Bogotá.

Tradición, ancestros, sabor e historia… la chicha.

Fotografías de Dtarazona en Public Domain, Anoryat y C0ria.
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